Viva la Reina!

Hace solo 3 meses que regresamos de nuestras vacaciones en Cuba.  Esta es  mi tercera visita desque que salí en 1996. En el 2005 fue la penúltima vez que estuvimos allá. Cinco aňos después las cosas han cambiado. Lo que más me sorprendió y me alegró fue el hecho que no hay apagones, lo que me desilusiono fue que no pude usar los faroles de dinamo que lleve. Bueno,  con la excepción de unos días de falla eléctrica en Playas del Este en la Habana. Los camellos también desaparecieron de las calles de la Habana, fueron reemplazadas por ómnibus de fabricación china, más limpios, cómodos y con muchas más frecuencias de viajes.

Coches viejos siguen transitando por las calles de Cuba, se  pueden ver coches de último modelo propiedad de particulares y estatales. La forma en que estos particulares adquirieron estos autos es un poco complicada y variada, desde bolsa negra, hasta “permisos especiales” a funcionarios públicos/políticos.  

 La Habana vieja con sus construcciones coloniales está  siendo restaurada. Centro Habana con sus construcciones neo coloniales, arte deco, neo clásico y contemporáneo está en extremas y precarias condiciones, aunque están haciendo casi nuevo el Hotel Capri.

Las latas vacías de cervezas y colas lanzadas desde los coches, lo mismo en la autopista que en plena calle de ciudadades  y pueblos es alarmante, al menos para mí. La gente lanza todo tipo de envolturas y basura donde quiera. Las playas incluyendo Varadero y peor Playas del Este son un vertedero, tienes que limpiar los escombros antes de tirarte en la arena.

 La indiferencia y el asombro cuando haces un comentario sobre esto es de: Y este de donde salio? Na., normal mi herma. La mejor excusa fue de una persona muy consciente que  conozco muy bien. Me dijo: “Si tiramos las latas en la calle, ayudamos a esas personas que viven recogiéndolas para venderlas a materias prima”. O sea, el fin justifica el método. 

Todo cambia en Cuba, a paso rápido desde los últimos 5 años. Eso es normal en todo lugar. Ahora, lo que realmente me sorprendió fue, la actitud a la hora de cocinar en Cuba, no es la introducción de la microondas, ni el horno con aire caliente,  fue  la Reina.

--Donde vas a cocinar el arroz? Me pregunto mi madre en la casa en la playa.

--Bueno mami, en un caldero, mira aquí hay unos cuantos de todas las medidas.-le dije... Me miró con ojos como diciendo, pobrecito mi hijo.

--Y esa carne?..... Dónde la vas a hacer?

--Mami, qué preguntas? Mira como hay ollas… en una de ellas. Qué tienen de malo? ---Están bastante viejas pero limpias.

Miró las ollas como si nunca hubiese visto una de ellas, incluso con un poco de desprecio y en sus ojos.

--No hay aquí una Reina mijo? –pregunto buscando en el aparador.

--Una qué?,… para qué?-dejé de cortar las cebollas para mirarle.

--Una Reina y una Arrocera. Si se esto hubiese traído la mía de Colón, que barbaridad, esta gente quieren alquilar casas y no tienen nada aquí con que cocinar.

Durante la comida mi madre y mi hermana dijeron que la carne  sabia exquisita  a pesar de no haber sido cocida en La Reina. Ya sabrán los que no saben, que la Reina es una nueva olla de presión actualizada, con tiempo para cocer desde leche hasta chicharrones de viento y lo más importante, no explotan. Y yo que me creí cocinero del primer mundo.

La Reina esta en cada cocina Cubana, más la arrocera como  Don Quijote y Sancho panza. Mi madre me dijo muy orgullosa  que los cubanos que vienen de fuera  se la llevan para Ecuador, Francia y hasta para Miami. Lamentablemente para mi, me quede sin dinero después de tantas semanas en Cuba, por eso, no traje la mía.

Durante mis próximas 7 semanas en Cuba, vi., que  todas las comidas  se hacían en la Reina y la Arrocera, la carne más dura en 10 minutos, los frijoles, que a veces había que hasta rezar, echarle bicarbonato y un tenedor para que se ablandaran, con la Reina en  15 minutos cuajados y todo, y la yuca? Ya nadie se acuerda del truco del agua fría para asustarla, métele Reina, abierta en 5 minutos. Al lado de la Reina, la Arrocera.

 Para los amantes de la raspa como yo, nos quedaremos con las ganas a no ser que cojas un caldero (si lo encuentras) y hagas la vieja versión. No vas a impresionar a nadie, comer raspas? Eso, no se usa ya en Cuba.

Regresar a Cuba para mucho, es un choque cultural en tu propia cultura. El glamour de los restaurantes y bares, famosos por su servicio, gastronomía y ambiente quedan opacado por la memorias. Tanto en la Habana como en Colon mi tierra,  me encontré a veces, sentado en un restaurante de mediocre decoración, pésimo servicio, pobre higiene y sobre todo platos confeccionado al parecer por un aprendiz de plomería que por un cocinero profesional. Donde estan aquellos maestros de la cocina como Angelito, jefe de cocina del Hotel Caridad en Colon que aun me inspiran cada día en mi profesión. En el peor o para alivio de mayor decepción otros antiguos buenos restaurantes estaban desde hace años cerrado por mantenimiento. Gracias a Dios!

Por supuesto que estas cosas pasan en todo el mundo. Pero no todo el mundo es un cubano que regresa a casa esperando encontrar todo en el mismo lugar. La Cuba de hoy esta al paso del reggaeton.

Esta nueva  generación viene a cambiarlo todo y para eso es necesario aprender y aprender es acuesta de nuestra viejas comodidades. Los que nos fuimos, vivimos en el pasado con los recuerdos, los que se quedaron bailan al nuevo ritmo. Eso también es una forma de ser feliz.

  Recordemos que esta juventud  nació bajo la influencia de los  mayores  acontecimientos ocurridos en la época contemporánea: la caída de la Cortina de Hierro, El Muro de Berlín, el fin del  Apartéis en Sudáfrica y la famosa Opción Cero. Para bien, vi. en Cuba una juventud tranquila, sin sofocar a los turistas, bien vestidos, divertidos, respetuosos  muy sana y libre de todos nuestros viejos prejuicios. Los viejos cascarrabias, a un lado.     

A todas mis añoranzas  se une una más, el de sentarme en la piedra en la acera con mis hermanos y amigos, bajar unas latas de cerveza cristal (la lata vacía a la basura, no a la calle) oyendo a Miguel y Jabao haciendo cuentos y por supuesto esperar por el fricase hecho en la  Reina de mami Celia. Espero, estar de regreso muy pronto.

 Viva la Reina!